117. Tesoros
117. Tesoros
Amber
El silencio en la habitación parecía susurrar secretos, acunándonos en el calor confortable que aún flotaba en el aire. Estaba acostada sobre el pecho de Leonardo, escuchando los latidos rítmicos de su corazón mientras sus dedos dibujaban círculos perezosos en mi espalda. No quería moverme, no quería que aquel momento terminara nunca.
«Amber», su voz grave rompió el silencio, vibrando contra mi rostro. Alcé la mirada y encontré sus ojos brillando con algo que no lograba descifrar del todo.
«¿Hmm?», murmuré, todavía medio embriagada por las emociones.
Sonrió de medio lado, con esa sonrisa que siempre hacía dar volteretas a mi estómago. «¿Qué tal un baño?»
Mi respiración se detuvo un segundo y él lo notó, porque su expresión se suavizó. «Solo quiero cuidarte. Nada más, te lo prometo». Su tono era tan tierno que me encontré sonriendo, con el calor subiendo por mis mejillas.
«Un baño…», repetí, dudando solo un instante antes de asentir. «Está bien».
Sonrió como si le hu