Capítulo 4

ANASTASIA:

- ...creo que esto es demasiado - le digo por milésima vez a mi abuelo

- No, claro que no, estamos recién empezando - me vuelve a contestar con gran sonrisa dandome otro vestido.

《 eso dijiste hace dos horas 》

- Ese te quedaría muy lindo hermana - lo apaña Benjamín porque no es él que se esta probando el decimoquinto conjunto de ropa.

Miro con cansancio el brillo en sus ojos que me suplican que me ponga el vestido.

《 ...porque creo que esto les interesa más a ellos que a mi 》

Suspiro entrando al vestidor una vez más y me pongo un vestido de mangas largas color salmón que me llega asta los muslos junto a unas botas cortas beige.

- Es lindo - me miro al espejo mientras muevo los pliegues de la falda.

《 ...hace cuanto tiempo no me ponía un vestido así de bonito 》

Salgo y les hago una pose a mi familia para que vean como me queda, poniéndole actitud a mi cara de zombi.

- ¡Nos llevamos ese también! - dice con emoción el abuelo viendo mi pose con una sonrisa divertida mientras la chica que trabaja en el local de ropas sonríe más que feliz por todo lo que compramos

Mi hermanito viene a mi lado y me hace una señal para que baje a su altura.

- Te vez bonita - susurra en mi oído y se aleja con una gran sonrisa

《 ¡Como puedes ser tan Lindo! 》

Le acarició la cabeza — Gracias — le devuelvo la sonrisa que renueva mis energías.

El abuelo viene junto a nosotros con un conjunto deportivo rosa en sus manos tirando abajo todos mis ánimos y le repito otro vez que ya es suficiente entrando a una discusión sin sentido en donde me dice un sin fin de escusas que no se cree ni el mismo pero lo convenzo cuando le recuerdo que todavía falta comprar las cosas para Benjamín.

Sin poder refutar me da la razón por lo que me doy la vuelta para irme a quitar la ropa e ir a pagar la cuenta.

- Quedate con esa ropa puesta, te queda mejor — me detiene mientras me mira con nostalgia — Es más acorde a tu edad — dice con una sonrisa triste.

Notó la tristeza que emana y solo asiento aceptando sus deseos.

《 ¿Estás tratando de compensar lo que no pudiste darle a mi madre? 》

Suspiro viendo que es obvio lo que esta haciendo, pero fingo que no lo se, notando como agarra la mano de Benjamín con tanto cariño mientras empiezan a caminar juntos que hace pesar mi corazón.

Despues de tanto caminar al final es Benjamín el que decide el local en el cual nos quedamos tambien casi dos horas eligiendo la ropa para él, más varios juguetes, pero mientras más lo obcervo es más notorio la tristeza que carga el abuelo que aunque lo intente ocultar con una gran sonrisa puedo ver el dolor reflejado en sus ojos.

《 aunque lo entiendo mejor que nadie... es mejor mostrar una sonrisa que preocupar a los demás 》

La vida es irónicamente cruel porque aveces te frinda de dinero pero no de salud o te da salud pero no dinero y tienes que trabajar asta perde la salud o gastar todo tu dinero para ternerla, como nos paso con mamá. Pero no podemos dejar que eso nos destruya porque aveces tenemos a alguien que depende de nosotros y si caemos ellos caerían con nosotros.

《 ¿Qué tan difícil fue para el no poder estar al lado de su única hija? 》

Lo veo a un costado mío notando las arrugas que detonan sus 67 años y las ojeras debajo de sus bellos ojos verdes que son idénticos a los de mi madre.

《 Quisiera disminuir el peso de tus remordimientos 》

- Gracias abuelo, pero no es necesario que te esfuerces por sonríe, nosotros te entendemos y apreciamos por todo lo que nos has ayudado - le agradezco mientras caminamos hacia el auto queriendo que deje de esforzarse por demostrar que esta bien cuando no lo está.

El detiene su paso y me mira con desconcierto.

- Yo - trata de justificarce pero lo detengo

- No es necesario que ocultes como realmente te sientes, al menos cuando estés conmigo porque al final nadie es de hierro abuelo - le sonrío con dulzura logrando que sus ojos se humedezcan.

- Eres igual de perceptiva que tu madre — se ríe recordandola — Gracias por tus palabras, si no fuera por ustedes yo no sabría como sobrellevar esta pérdida — me dice con una profunda tristeza en su interior.

Me da unas palmadas en la cabeza con cariño mientras me doy cuenta lo cómodo que es conversar entre nosotros como si nos conociéramos de hace años.

《 me recuerda a él... 》

- ¡Vamos no se queden parados hay! - nos grita a lo lejos Benjamín rompiendo el momento.

《 ¿De donde saca tantas energía? 》

Nos reímos viendo como agita sus manos para que corramos junto a él y nos ponemos en marcha otra vez.

- ¿Vas a abrir el bar hoy abuelo? - le pregunto curiosa mientras saco de la caja los lentes nuevos

Lo veo pensar por unos minutos y niega con la cabeza como respuesta.

《 ¿Cuántos días lleva cerrado? 》

- Si es por nosotros, no te hagas problemas, podemos cuidarnos solos mientras estas trabajando - lo miro seriamente para que vea que puedo hacerme cargo de Benjamín ya que no es la primera vez que lo hago.

Duda unos momentos pero se resigna ante mi intensa mirada.

- Bien, pero igual estaré pendiente de cualquier cosa - me recuerda que no nos dejará solos ni siquiera aunque queramos

Me río por su actitud sobre protectora mientras estaciona al costado del Bar Café.

《 Ojalá pueda despejar su mente en otro cosa por lo menos un momento 》

- Señor Durand, ¿Cómo está? no sabía que había vuelto - saludan a lo lejos al abuelo antes de abrir la puerta

Un hombre mayor vestido de traje alza la mano en forma de saludo mientras camina hacia nosotros pero enfoca su vista en mi, logrando que el abuelo se tense, mirándolo con una expresión no muy buena.

- Entren adentro - nos dice con frialdad abriendo rápido la puerta antes de que el hombre llegue a su lado

Siento como Benjamin apreta mi mano notando el ambiente tenso, por lo que rápidamente lo hago entrar conmigo y subo con él a la segunda planta.

- Ve a abrir tus nuevos juguetes en tu habitación Benja - mando a mi hermanito a su habitación para que se distraiga un rato

Lo veo irse más que emocionado por sus nuevas cosas olvidando el momento que pasamos abajo.

《 ¿Quién era ese hombre para que el abuelo se pusiera así? 》

Será que fue una buena idea venir a Londres, tengo un mal presentimiento.

- Vete - el grito de mi abuelo se escucha desde aquí haciendome saltar asustada

Y sin pensarlo corro por las escaleras bajando hacia el bar para ver que pasó.

《 Dios por favor que no sea nada grave 》

Al llegar me encuentro con el abuelo parado frente a un hombre mayor que no es el mismo que lo saludo en la entrada.

- Deberías cambiar esa actitud - le dice con una voz serena pero arrogante el hombre de cabello negro con algunas canas.

- Cierra la m*****a boca que no estoy de humor para ti - le gruñe el abuelo con un tono que nunca le había escuchado.

《 ...el color de sus ojos son ¿grises? 》

Me quedo parada viendo al hombre que sin duda tiene ojos grises iguales a los míos pero notan mi presencia al instante cuando me acercó un poco más a mirarlos.

- Anastasia - mi abuelo me mira totalmente palido y voltea a mirar otra vez al hombre frente a él.

Pero el pobre hombre esta en shock, como si verme le hubiera impactado demasiado, a tal punto que parece que dejó de respirar.

《 no debí bajar 》

Como si nunca los hubiera visto me doy la vuelta y huyó del lugar lo más rápido que puedo llendo hacia las escaleras.

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