Capítulo ciento veintiuno: La fiesta continua.
(Llego la hora de la fiesta)
— Todo salió precioso Lu— le digo a mi amiga que se ve plenamente feliz.
La música suena alegremente y todos los invitados bailan, sonríen; se divierten,
— Gracias Fer, por haberme ayudado con todo esto— asegura logrando emocionarme aún más,
— Para eso somos amigas, bueno más que amigas, hermanas— respondo abrazándola,
— ¡Yo también quiero eso! — Luca se pega a nosotras, se nota que ha llorado en toda la ceremonia, tiene los ojos vidriosos e hinchados,
— Se casó una de mis haditas— vuelve a decir apretándonos a ambas hacia él,
— Bueno, bueno, devuélvanme a mi esposa— exclama Pablo con alegría mientras camina hacia nosotros orgulloso y abrasa a Lu por la cintura. Se ven tan tiernos,
— Vamos a bailar— repite moviéndose al compás con ella entre sus brazos,
Luca toma mi mano y me arrastra a la pista, él me hace girar, y puedo ver a Jesua bailando con Axel en sus brazos, el pequeño se ríe sin dejar de mirar a su madre, que baila y le manda