Britney Nichols solo pretendía remodelar una hermosa villa en Grecia, pero no imaginaba que el misterioso propietario de la villa, el heredero Owen Stratos, iba a despertar en ella la más tórrida de las pasiones.
Owen sabía que tenía que hacerla suya y Britney sabía que no podría resistirse. Pero él tenía dos reglas que nunca rompía: era muy joven para pensar en tener una esposa, ni mucho menos un un bebé. Pero entonces Britney le dijo que estaba embarazada y sus planes se desbarataron. ¿Pensaban que este era el final de la historia? Pues no, lindas. "Un hijo del Heredero Stratos" ya comienza.