Capítulo dieciocho. Ignorar el sentimiento.
—¿Has hablado con tus hermanos desde la boda?
La voz de Olivia interrumpió sus pensamientos y Gael lo agradeció. Estaba preguntándose si le habría contado a sus hermanos lo que había entre ellos, la abortada noche de boda, el beso que lo había vuelto loco durante días…
No obstante, Gael no pensaba contarle nada a sus hermanos. Dorian y Hans le habían echado una bronca por casarse con Olivia y lo último que deseaba era darles más munición.
Además, había tenido una epifanía la noche anterior. Era fácil pensar cuando estabas torturado en un sofá demasiado estrecho y en el que te colgaban las piernas. Sin embargo, eso lo había ayudado a tomar una decisión sobre su matrimonio temporal.
Había estado casado antes y fue una pesadilla. Su ex mujer le había mentido, lo había utilizado y luego lo había abandonado. De modo que Gael sabía que los finales felices eran cosa de cuentos de hadas, un sueño al que los tontos se agarraban durante su