Capítulo 7 —Las redes
Narrador:
No importaba que la llamada hubiera terminado: él seguía allí, adentro de ella, como un veneno imposible de sacudir. Se recostó en el sofá con el pijama puesto: una camiseta amplia, un short que apenas cubría lo justo. La tela no alcanzaba para contener la ansiedad que le subía por la piel. Sus manos temblaban, pero no de miedo: de deseo. Cerró los ojos y se pasó la lengua por los labios, recordando el beso en la fiesta, su boca, su sabor a whisky y peligro.
—Renzo… —susurró, apenas un jadeo.
Llevó la mano bajo la camiseta, primero rozando el vientre, subiendo despacio hasta sentir el calor de sus propios senos bajo la tela. Apretó los pezones con fuerza, imaginando que eran los dientes de él mordiéndola sin compasión. Se arqueó un poco, soltando un gemido bajo.
—Carajo… —murmuró, con la respiración cada vez más acelerada.
La otra mano bajó, abriendo camino por el borde del short, colándose entre sus muslos hasta encontrar la humedad que ya la esperaba