Capítulo 6 —Un día vas a ser tu en persona
Narrador:
El apartamento estaba sumido en silencio, pero Sofía no podía dormir. Tenía el teléfono descartable sobre la mesa de cristal, como si ardiera. Encendió un cigarro y, al exhalar el humo, su mente la arrastró hacia atrás. Era un recuerdo que llevaba años escondido, pero esa noche volvió con toda la fuerza de una herida que nunca terminó de cerrar.
Flashback:
Siempre el mismo número aparecía en la pantalla, siempre la misma voz grave, con un acento italiano que le recorría la piel como un secreto compartido.
—Buon compleanno, ragazza —le decía, con tono burlón pero cálido —Te deseo lo mejor, que la vida te dé lo que mereces.
Sofía se reía como la niña que era, jugando con el auricular entre los dedos. A los trece, a los catorce, a los quince… cada cumpleaños lo mismo: la llamada de Renzo. Nunca larga, nunca demasiado personal. Solo un saludo, un detalle absurdo que se volvía ritual, un hilo invisible entre ellos que nadie más conocía.