Capítulo 39 —Sorpresa ingrata
Narrador:
Renzo la guió de vuelta al coche, todavía abrazándola, y la acomodó en el asiento del conductor. Sofía arrancó el motor sin decir nada, con la mirada fija en la carretera. Él se recostó en el asiento y levantó la mano para acariciarle la mejilla.
—No me acostumbro a verte así, ragazza… con lágrimas.
Ella ladeó la cabeza, atrapando sus dedos entre la mejilla y el hombro.
—No te ilusiones. —susurró, con un hilo de voz —No lloro por cualquiera.
Renzo sonrió de medio lado.
—No me gusta que llores, cara mía, y menos por mí, non ne vale la pena . —Sofía rodó los ojos, pero giró el rostro y le besó los dedos con suavidad. Él soltó un gruñido ronco. —Porca miseria, Vanya… no hagas eso si quieres que me porte bien.
—Pues compórtate igual. —replicó ella, seria, aunque sus labios rozaban sus nudillos de nuevo. El GPS interrumpió el silencio con la voz mecánica: “A quinientos metros, gire a la derecha.” Sofía soltó una risa breve, nerviosa. —Mira qué fác