Capítulo 38 —Non gioco (No juego)
Narrador:
Renzo se recostó un poco más contra el respaldo y suspiró.
—¿No tendrás por ahí una camisa que me prestes?, es que la mia tiene algunas manchitas —dijo riendo, mientras miraba la prenda que aún seguia en el suelo, totalmente ensangrentada.
Sofía, sin pensarlo demasiado, se levantó y fue directo al armario. Rebuscó entre algunas prendas que Mateo tenía allí y sacó una camisa. Se la llevó, sin medir lo que estaba a punto de hacer, y se la tendió con naturalidad.
—Aquí tienes.
Renzo la tomó, pero antes de ponérsela, la miró con atención. El ceño se le frunció, y su voz se volvió grave, seria, sin un rastro de burla.
—¿Me estás dando una camisa de uno de tus amantes?
Sofía parpadeó, quedándose helada un segundo. Tarde se dio cuenta de la torpeza. Se encogió de hombros, intentando restarle importancia.
—Sí… ni recuerdo de quién es. ¿Cuál es el problema?
Renzo la observó fijo, los ojos oscuros, y luego tiró la prenda sobre la cama con gesto s