Capítulo 23 —Plata y champagne
Narrador:
La cabaña estaba en silencio. Afuera, el bosque crujía con el viento y el murmullo lejano del agua del lago. Mateo dejó la mochila sobre el sillón, se descalzó y se sirvió un vaso de agua de la jarra que había en el refrigerador. Apenas bebió, buscó el teléfono que Eros le había dejado y lo encendió. Marcó un número de memoria. No tardó en escuchar la voz de Sofía al otro lado.
—¿Mat? —susurró ella, como si temiera que alguien la oyera.
—Soy yo. —respiró hondo, dejándose caer en la silla de madera junto a la mesa —Ya estoy a salvo.
Hubo un silencio breve, cargado de tensión.
—Me contaron lo que pasó. —la voz de Sofía sonaba entrecortada —Mat, ¿La DEA?
Mateo se pasó una mano por el rostro, agotado.
—Sí. Me atraparon en la redada. Pero mantuve la coartada, Sofi. Para ellos sigo siendo Emiliano Duarte, el químico que secuestró un cartel. No sospechan nada.
—Dios… —murmuró ella, soltando el aire con fuerza —¿Y cómo saliste?
—Eros se movió. Habí