Capítulo 13 —Eres preciosa así
Narrador:
Renzo se quedó de pie frente a ella, estudiándola como si fuera una presa atada que aún conservaba la dignidad intacta. Sofía respiraba agitada, los labios entreabiertos, la mirada fija en la suya. No había miedo, pero tampoco rendición. Solo ese brillo feroz que lo volvía loco.
Él deslizó lentamente sus dedos por la tela de su pantalón, rozando el botón sin apurarse.
—Escucha tu respiración… —murmuró con una sonrisa torcida —Ni siquiera te toqué y ya me lo estás diciendo todo.
Sofía apretó la mandíbula, sin apartar la mirada.
—Lo único que escuchas es tu ego.
Renzo rió bajo, inclinándose hasta que su boca quedó a un suspiro de la suya.
—Tal vez. Pero te voy a probar que también escucho a tu cuerpo.
Con calma cruel, desabrochó el botón y bajó el cierre despacio, centímetro a centímetro. El sonido metálico llenó la habitación, como un eco obsceno. Sofía contuvo el aire, clavando las uñas en la madera de la silla. Renzo tiró de la tela suaveme