Capítulo 128 —Algo más que besos y dudas
Narrador:
Renzo no le dio oportunidad de decir nada. Cuando Sofía apenas abrió la boca para articular una palabra, él avanzó un paso más y la acorraló contra la columna de piedra que estaba detrás. Sus manos no la tocaron, pero la forma en la que la rodeó con su presencia fue suficiente para hacerla sentir atrapada.
—¿Así que con Luigi sonríes como si fuera tu maldito confidente? —susurró cerca de su rostro, con los dientes apretados, la rabia marcándole la quijada. Sofía intentó moverse, pero él se inclinó aún más, lo justo para obligarla a mantener la mirada. —¿Te gusta jugar conmigo, Sofía? —continuó, la voz baja, ronca, atravesada por los celos —¿O es que prefieres que te acomoden el cabello otros hombres mientras yo miro de lejos?
El aire le quemaba los pulmones. Sofía tragó saliva, el corazón golpeándole contra las costillas.
—Renzo… —apenas logró decir.
Él soltó una risa seca, sin alegría, y apoyó una mano en la columna, justo al lado de