Capítulo 102 —Simplemente… salté.

Narrador:

El Diablo suspiró, mirándola con esa mezcla de ternura y dureza que lo caracterizaba.

—Mejor voy a llamar a tu madre —dijo al fin, pasándole otra caricia por la frente —Para estas cosas, ella es la ideal, no yo.

Sofía sonrió apenas, agotada, y asintió. Minutos después, la puerta se abrió despacio. Aylin entró casi corriendo, con los ojos húmedos. Al verla despierta, dejó escapar un sollozo de alivio.

—¡Sofía! —exclamó, acercándose de inmediato a la cama. Se inclinó sobre ella y la rodeó con los brazos, cuidando de no lastimarla. La abrazó como si quisiera asegurarse de que no se le escapara otra vez. —Mi niña, mi amor… pensé que no iba a volver a verte abrir los ojos —susurró contra su cabello, besándola una y otra vez en la sien y en la frente.

Sofía, todavía débil, se dejó envolver, y al sentir ese calor maternal, los ojos se le llenaron de lágrimas.

—Mamá… —murmuró con voz quebrada —Estoy bien, de verdad…

Aylin se apartó apenas, para mirar