Capítulo 130 Dejar atrás lo malo.
A pesar del caos que había traído el nacimiento prematuro de su hijo, Federico sentía que, poco a poco, todo comenzaba a estabilizarse. Lucas evolucionaba bien, tanto que ya podían tenerlo en brazos, acunarlo y compartir más tiempo con él. Incluso Elizabeth había logrado amamantarlo, y ese día se convirtió en uno de los más felices desde el comienzo de aquella pesadilla. Aunque el bebé aún se cansaba con rapidez, iba avanzando. Todos en la sala coincidían: Lucas era un guerrero.
Otra razón que le traía cierta calma a Federico era que había cumplido su objetivo:alejar a Elizabeth de Pablo definitivamente. Tal como le había advertido durante la pelea, Pablo se iba a arrepentir de haberlo desafiado. Intentó comunicarse con Elizabeth, pero ella permaneció en silencio. Fue Adrián, en representación de su hija, quien le pidió que la dejara en paz: ella había elegido estar con su esposo y vivir en paz.
Pablo entendió que Elizabeth, tal vez por presión de Federico o por su pequeño hijo, había