27. Un deseo a papá
Aterrizamos en Londres antes del mediodía. El clima frezco, comúnmente nos recibió, golpeándome con la notable diferencia del clima siempre cálido de la costa colombiana.

Baje la escalerilla cubriéndome lo ojos con unas gafas de sol para ocultar mis ojos hinchados y grandes ojeras por pasarme la noche llorando por un recuerdo que se mezclaba con el presente.

En el asfalto había un carro negro que no logre reconocer ya que no había alquilado ningún vehículo y mi padre nunca me recogía o mandaba a alguien a hacerlo. Me despedí del asistente de vuelo y me encaminé al auto.

La puerta delantera se abrió, mostrado a quien venía al mando. Las piernas me flaquearon y mis ojos se empañaron detrás de las gafas de sol.

Saco una cazadora de cuero junto con él y volteo a verme. No necesite una invitación para lazarme a sus brazos.

Me recibió con los brazos abiertos, recibiendo el impacto de mi cuero colisionando con el suyo sin tambalearse ni emitir sonido alguno. Simplemente me envolvió entr
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo