Capítulo 14: Eco de secretos
Vanesa se enteró por su hermana.
No por Alejandra.
No por Matías.
Ni siquiera por Rodrigo.
Una amiga en común le había escrito temprano por la mañana, mientras ella tomaba su café en pijama y revisaba las redes sociales con desdén.
“¿Es verdad lo del hijo de Alejandra y Matías? ¿Rodrigo está destruyéndola legalmente?”
Vanesa leyó el mensaje una, dos, tres veces. Se quedó helada. El celular se le resbaló de las manos y cayó sobre el sofá. El corazón se le aceleró como si hubiera corrido una maratón sin moverse de su sala. No sabía si estaba más molesta por no haberlo sabido antes o porque, aparentemente, todo el barrio ya hablaba del escándalo mientras ella, la supuesta mejor amiga de Alejandra, estaba completamente en la oscuridad.
Y lo de Matías… eso fue lo que más le dolió.
Matías. Su Matías.
El que la había mirado una vez con ternura, el que aceptaba sus cafés, sus conversaciones profundas, su presencia constante. Cuando Alejandra se fue, dejándolo hech