Tras colgar la llamada con su padre, Leo se dirigió rápidamente a su habitación, donde aún se encontraban sus compañeros celebrando. Estos al notar su presencia sombría, guardaron silencio y lo miraron con extrañeza.
Mike intentó relajar la situación, acercándose a su amigo y jugándole una broma.
—¡Ey! Volviste rápido, pensé que ibas a quedarte más tiempo con…
—Ya es tarde, me voy a dormir —lo interrumpió Leo con severidad mientras se dirigía a la cama.
A pesar de la respuesta cortante de su amigo, el chico gamer se atrevió a comentar a modo de burla.
—Mmm… Creo que la cita fue un fiasco, de seguro aburriste a la hermosa Claire.
Esta provocación hizo que Leo se detuviera de golpe y le lanzara una mirada furiosa a su compañero de juegos.
—¿Piensas que soy tan patético? —comenzó a decir con una mezcla de indignación y dolor—. ¡Qué poco me conoces! Pero ya que pareces bastante interesado en mi vida amorosa, te cuento que la cita de hoy no estuvo del todo mal, puesto que pude coger