Emiliano es un hombre muy serio, cuando por fin nos estábamos volviendo buenos amigos, la verdad de su amor por mi nos azotó y aunque no cambió mucho si nos afecto por un momento, pero ahora con el regreso de Gabriel, las cosas se pondrían un poco más difíciles en nuestra convivencia.
—Emiliano, creo que estas pensando muy mal de está situación, Gabriel y yo solo somos amigos y a pesar de las cosas que hemos pasado creo que nos debíamos una platica, no es motivo por el cual tengas que venir a decirme estas cosas, teníamos que hablar y punto— Mi argumento fue contundente y sin titubear, intentando que Emiliano lo tomara de la mejor manera, pero algo en su rostro no se notaba tan convencido.
— Además no tengo porque darle explicaciones, mis intenciones son completamente buenas y aunque se que las tengo de perder si algo sale de tu boca, sé que no estoy cometiendo ninguna falta— Quería que él entendiera esa parte, que no había porqué dudar, yo tenia mas cosas en la mente, tenía Jacobo,