Salimos de la oficina, la tarde se tornaba de color naranja, era muy bella y por un momento me olvide de todo lo que pasaba, solo mire el cielo y admire por un rato ese bello momento hasta que un golpe de realidad me hizo volver, la voz de Emiliano me trajo de vuelta a la realidad.
Llegamos a un parque que se encontraba a un costado del edificio en el que nos encontrábamos, ya me estaba un poco más tranquila, mi mente se encontraba despejada, lo que en este momento me dijera no me afectará, trataría que no me afectara.
—Emiliano, no creo poder soportar más, este tipo de situaciones en las que a pesar de que no me quiera involucrar siempre, siempre termino perjudicada, creo que el hecho de que todo esto se haya vuelto un circo por parte de nuestras relaciones amorosas nos lleva a un pozo sin fondo, yo no podré comprobar que entre Gabriel y yo no hay nada y tu no me dejaras en paz si acaso yo cometo algún error en el que tu creas que yo hice algo indebido con Gabriel, así que he tomado