Capítulo 8. Una extraña petición.
Me encontraba en la habitación del señor Martín, leyéndole uno de mis libros, como solía hacer una vez a la semana, cuando todos descansaban la comida después del almuerzo, mientras el anciano me miraba con atención.
- Y entonces apareció el señor Darcy, con su impoluto traje y … - continuaba, pero no pude hacerlo por mucho más tiempo, porque en ese justo instante apareció por la puerta la señora Martina, descubriéndome de lleno.
- Olivia – me llamó, aunque parecía sorprendida de encontrarme allí, intentó hacer como si no lo estuviera - ¿estás aquí? Te he estado buscando – afirmó, haciendo que la sorprendida fuese yo en aquel momento.
- ¿Me buscaba? – Pregunté, sin entender lo que decía, pues