Mi vida contigo (2da. Parte)
Unos días después
New York
Alan
Encontrar a alguien que encaje contigo es un milagro. Pero cuando sucede… lo sabes. No necesitas explicaciones, lo sientes en el pecho, en los silencios compartidos, en las miradas que no piden nada y lo dicen todo. Sabes que no quieres solo momentos, sino una vida: con sus altos y bajos, con la calma y la tormenta, porque todo –incluso lo que antes parecía no tener sentido– comienza a encajar cuando es con ella.
Nicky fue esa luz inesperada. Desde el primer cruce de miradas, supe que era diferente. No hubo coqueteo, solo verdades crudas. Me desarmó con su actitud desafiante, con esa forma tan suya de retarme sin palabras. No me conquistó con dulzura, sino con fuego. Quizá eso era lo que necesitaba: que alguien pateara mis miedos y me enseñara otra vez lo que era amar… pero amar de verdad. Sin máscaras. Sin reservas. Con ella, salté sin paracaídas, solo para sostener su mano. Y desde entonces, no volví a ser el mismo.
Nuestra boda fue el comienzo de alg