Rubí
Fuimos los últimos en llegar a la reunión. De hecho, vinimos porque Luis David pasó a buscarnos, ya que mi padre se fue directo a la casa de David. Mamá, ante los temas de secuestro y violación, se vuelve paranoica y la entendía. Su pasado la marcó y marcaría a cualquiera.
Era un asunto en el que solo sabemos los hechos, más no lo que vivió. Solía decirnos, fui secuestrada por orden de su abuela y esa era la razón por la cual estaba en la cárcel. Fui violada, pasó hambre y necesidades y por eso eran tan unidos los que pasaron por lo mismo. Pero no decía nada más. Papá respetaba eso, y nosotros igual.
Al llegar ya estaban terminando lo que ahora será más restricciones. No pude evitar buscar la mirada de Emmanuel. Desde esa vez no había vuelto a acercarme, y las palabras que cruzábamos eran de jefe hacia una empleada, o de un profesor versus su alumna. Pero hoy no era un día para dejar que el orgullo dañe. Una de mis mejores amigas casi la violaron y a otra la secuestraron. Hoy tod