Egan
Terminé de enviar un trabajo pendiente, para la segunda carrera, había optado por estudiarla de manera virtual para así dedicarme a las empresas de papá… En mis empresas. Adara había tomado posesión de la constructora, y yo tenía la cadena de hoteles Katsaros.
En la casa de mis padres, el despacho era mi lugar de trabajo. Papá, después de entregarme, solo quedó como asesor, se ha encargado de estar muy pendiente de la seguridad. Era una de sus pasiones, al igual que el acordeón; instrumento del que no pude sacarle una nota como a Guille, prefiero escuchar el vallenato.
—Hola, hijo.
—Hola, mamá —ingresó sonriente. Se acercó a la caja fuerte, sacó una carta.
—Egan, después de esta noche solo recuérdame entregarte esto. —Papá ingresó.
—Salvador ya se cambió para almorzar.
Desde la amenaza con Gabriela, él lleva a mi hermanito y recogía a Emiliano, él mismo que acababa de ingresar corriendo directo a los brazos de su tío favorito. Adara se había desprendido del trabajo hasta que pasa