Capitulo827
Además, como medida preventiva para evitar problemas con esos tipos, anteriormente había hecho que Kiros se quedara a vivir conmigo.Pero ahora que Aquilino y Patricia querían que me quedara en su casa, no podía simplemente llevarme también a Kiros.Al final, sabía que tendría que arreglármelas solo.

De camino para dejarlo en su casa, Kiros me preguntó:—¿Seguro que no quieres que me quede contigo en casa de Patricia? Así por lo menos nos cubrimos las espaldas.

Negué con la cabeza:—Claro que lo pensé, pero tú mismo lo dijiste: me estoy quedando allí para cuidar a Aquilino.Si aparezco con un compañero extra… no sé, suena raro.

—Lo que me preocupa es que esos cabrones vuelvan a buscarte problemas.

—A mí también me preocupa —le respondí, mientras sacaba varias herramientas de debajo del asiento:—Pero ya tomé mis precauciones.

Kiros las examinó con interés y comentó:—Estas cosas solo te dan un poco de margen. Lo mejor sigue siendo mi técnica especial.

Dicho eso, hizo un gesto con las manos… c
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