49: Pichón entre sus manos.
—¡No, no!, ¡Esto no puede ser posible! ¿La reina enloqueció?, ¿En verdad pretende que mi hermano menor se case con mi ex esposa? — bufó Eduardo rompiendo el incomodo silencio, ganándose una mirada de reproche por parte del mensajero real.
—No debo recordarle señor Lancaster, que no puede lanzar improperios ni faltas de respeto en contra de su majestad la reina, puedo ordenar que lo encierren en este momento por tal falta de respeto. — dijo el mensajero.
—No, no es necesario llegar a tanto, Eduardo lamenta lo que dijo señor, por favor, déjelo pasar, para mi hijo mayor es un shock completo que su hermano menor se case con la misma mujer que una vez fue su esposa, asumo la responsabilidad de la boca suelta de mi hijo, pero por favor, déjelo pasar. — suplicó Enrique dando una mirada severa a su hijo mayor.
Eduardo tragó duro y agacho la cabeza para gran molestia de Mónica. Su esposo no podía dejar de pensar en esa maldita mujer no importaba lo que ocurriera.
—Lo dejare ser por esta vez, p