23. Deseando superarlo.
—Bien, debes mantener una postura neutral a partir de este punto. Nadie debe de saber para quien es el apoyo de la reina. Que Eduardo Lancaster y Mónica Cervantes, se muden a la villa de los Cottege que se encuentra al sur de las tierras del castillo Balmoral. Desde este punto, esa mujer intentara arruinar a mi sobrina y a Daniel Lancaster, debemos de ser prudentes. —
Terminando esa llamada, la reina meditó. Era el momento de comenzar a jugar el mismo juego de los Cervantes, y ya sabía cuál era el siguiente paso. Necesitaban apoyo, y era el momento de buscarlo de las únicas personas que realmente tenían poder para cambiar el rumbo de aquella situación. Sería un viaje largo.
En su habitación, Emma se atendía las heridas sufridas. Los recuerdos de aquella noche en que fue expulsada del castillo, regresaban a ella dolorosamente. Aquellas mismas escalinatas, fueron de las que ella cayó cuando Eduardo la desnudo y golpeo para luego arrojarla a su muerte, y nuevamente iba a arrojarla por el