SOLEDAD:
Luego del desayuno ambos caminamos con dirección al bosque hasta llegar a un enorme claro.
—¿Aquí me entrenarás?
—Así es, y lo primero que haré es probar cuánta resistencia tienes.
—Mi loba es muy resistente Ossian.
Hablo orgullosa de mi loba y el lobo sonríe de medio lado.
—Tu loba no Soledad, tú resistencia, necesito probar tú resistencia.
Dice y lo miro confundida.
—¿Por qué mi resistencia? Mi loba…
—Sé que los omegas son muy ágiles y resistentes, pero ¿Y sus portadores? ¿Lo son? Cómo portadores es nuestro deber proteger a nuestros lobos, y para eso debemos de estar preparados… Así que necesito que des cincuenta vueltas al claro.
—¿Cincuenta?
Pregunto abriendo los ojos y el lobo asiendo mientras toma asiento en una pequeña banqueta y comienza a tomar jugo que trajo en un envase.
—¿Qué estás esperando? Vamos, adelante cariño.
Dice y con un superior comienzo a dar mis primeras vueltas.
—Tu puedes querida, eres fuerte.
Me anima mi loba y yo le sonrío mentalmente.
—Ambas sabem