10. Algo se encendía
Capítulo 10
Un año atrás.
Todo había comenzado a cambiar desde aquella noche en que Nathaniel y Jazmín cruzaron una línea invisible. Desde entonces, los encuentros se volvieron más frecuentes, más intensos, y a veces hasta inevitables. No importaba si era de día o de noche, en un rincón oscuro del jardín o en la biblioteca cerrada con llave. Si él la veía, la tomaba. Y ella… no se resistía. Lo esperaba.
Jazmín empezó a atenderlo de otra forma, sin darse cuenta. Aprendió a preparar sus platos favoritos, a hervir tónicos para aliviarle las resacas con remedios caseros, y a dejar todo en silencio cuando él dormía. Le gustaba verlo descansar. Era como si esa calma que tanto le costaba a Nathaniel encontrar se posara sobre él solo cuando estaba cerca de ella.
Pero nada se mantenía en secreto por mucho tiempo bajo ese techo.
Un mes después de haber llegado a la mansión, Connie apareció en la cocina con una expresión forzada y una caja en la mano.
—Vamos, ve al baño y hazte la prueba —le dij