Capítulo 80: El milagro de una noche.
— Vamos. — dijo Leonardo sabiendo bien que aquella situación era peligrosa.
Joel se hallaba en el balcón de su lujosa propiedad mirando hacia su playa privada después de la cena, cuando miró a una joven pareja que había entrado sin permiso. Parecían juguetones; un par de seguramente recién casados que disfrutaban de su luna de miel.
No era la primera vez que alguna pareja entraba en su propiedad que no estaba señalizada. La sonrisa de su rostro, sin embargo, se desdibujaba al tiempo en que había notado a algunos pescadores que tenían la fama de ser demasiado problemáticos y peligrosos en aquellos alrededores.
— Hey, amigo, tu chica es realmente hermosa, ¿Qué te parece si nos la prestas un rato? Si lo haces, te dejaremos ir tranquilo. — dijo uno de los hombres mientras mostraba el arma de fuego que llevaba en el bolsillo de sus pantalones.
Otro hombre observaba una fotografía en su celular; se había ofrecido un “trabajo” para deshacerse de una joven mujer de manera definitiva, dando la