Capítulo 81: El talento apreciado.
— Venga, sintiese, y no se preocupe por Leonardo y por mí; podemos pedir un taxi de aplicación. — sugirió la hermosa castaña a aquel hombre que le resultaba extrañamente familiar.
— Oh no mi querida señorita, de ninguna manera, me he ofrecido a llevarlos y así lo hare, no lo aceptaré de otra manera. — respondió Joel sonriendo.
— Señor Belmares, aprovechando su amabilidad, me gustaría comentarle que a mí regreso a Madrid me reuniré finalmente con el dueño del innovador consultorio del que le hablé y donde le mencione que convenia invertir; espero que haya tenido la oportunidad de revisar sus estudios clínicos que son francamente impresionantes, además debe de saber que están desarrollando un innovador tratamiento en contra del Alzheimer. — menciono Leonardo.
Arianna sintió sus mejillas arder. A pesar d estar casados, aún no le había confesado a Leonardo que ella era la dueña de ese prominente consultorio; luego de sufrir ese terrible atentado planeado por Mariana, todos sus planes de v