Derek había regresado a su casa, eran pasadas las nueve de la mañana cuando escuchó que llamaban a la puerta,suspiró, solo esperaba que Megan estuviera allí, así que se apresuró a abrir sin siquiera asomarse a la mirilla de la puerta. Al abrir se llevó una decepción, pues era un hombre al que jamás había visto quien estaba plantado en la entrada.
— Buenos días señor Ardern, disculpe que me presente sin ser invitado, pero necesito hablar con usted con urgencia sobre la señorita Megan, su prometida.
Derek al escuchar al hombre mencionar a su amada de inmediato empezó a interrogarlo.
— ¿Dónde está ella? ¿Está bien? ¿Quién es usted y cómo la conoce?
El hombre escuchó todas las interrogantes que tenía Derek y después le respondió:
— Porque no entramos y así le respondo cada una de sus preguntas Derek.
Él se apartó y le franqueó la entrada a aquel desconocido, estaba ansioso por saber que tenía que ver éste hombre con su Megan.
El visitante una vez adentro se presentó extendiendo su m