Inicio / Fantasía / La sombra del pacto / Capítulo 49 – El Último Acto
Capítulo 49 – El Último Acto

Sasha

El viento sopla suavemente sobre la ciudad, aliviando ligeramente la tensión que me aprieta. Las calles están silenciosas, sin embargo, siento la presión, pesada y constante. La batalla ha dejado huellas, y aunque hemos triunfado sobre Matteo, queda en nosotros una sensación de inseguridad, como si la sombra del pasado continuara persiguiéndonos. Aún no ha terminado. Lo sé. Dante y Adrian también lo saben. No hemos ganado, no realmente, hasta que la última resistencia no haya sido aplastada.

Es hora de prepararse para la última etapa. La guerra no termina en un campo de batalla. Termina cuando se rompe el corazón mismo del enemigo. Cuando el alma del poder es aniquilada.

Adrian está a mi lado, más tranquilo que nunca. Sus ojos, penetrantes, escrutan el horizonte, pero está ahí, cerca de mí, como siempre ha estado. No es el hombre que conocí, ese hombre distante y misterioso. Es el hombre con quien compartí el dolor, la intensidad, el amor. El hombre que se ha convertido en el alma de esta guerra.

Sabes que esta noche podría cambiarlo todo, me dice, su voz baja, casi íntima, como si buscara compartir un secreto, una verdad aún más pesada que todo lo que hemos vivido hasta ahora.

Lo miro sin responder, observando la luz de la luna reflejarse en sus ojos, acentuando la dureza de sus rasgos. No es la luna la que me inquieta, sino la manera en que habla. Como si sintiera que todo puede cambiar, que esta guerra puede destruir todo lo que hemos construido.

Avanzo un paso, reuniendo toda la determinación que me queda. Sé lo que debemos hacer. Esta noche, vamos a dar el golpe mortal.

Dante se acerca, silencioso, con los brazos cruzados, su mirada metálica más fría que nunca. Ha observado, analizado, previsto cada movimiento. Pero algo en su actitud ha cambiado. Ya no es el asesino astuto y calculador. Se ha convertido en la sombra del poder que nos guía a todos.

No ha terminado, Sasha, dice, rompiendo el silencio con un tono cortante. La última batalla no es contra un enemigo exterior. Es contra lo que queda en nosotros. Lo que nos ha formado, forjado en el odio y la venganza.

Frunzo el ceño, sin entender de inmediato. Pero sé que sus palabras no están ahí por casualidad. Dante nunca habla sin razón.

El fin de la guerra, retoma, es la hora de la última elección. Aquella que decidirá nuestro futuro. Debemos poner fin a este círculo, a este ciclo de violencia y poder. Pero eso requiere un sacrificio. Un sacrificio de todo lo que hemos conocido.

Dirijo mi mirada hacia Adrian. Me dedica una sonrisa ladeada, una sonrisa casi dolorosa.

Sabes lo que eso significa, Sasha, susurra. Lo que debemos abandonar para que esto termine. Debemos romper nuestra propia cadena. Debemos aceptar perder para ganar.

El viento se intensifica, llevándose las últimas huellas del mundo de antes. La guerra entre lobos y vampiros, entre el poder y la libertad, está alcanzando su clímax. Ya no es solo una cuestión de supervivencia. Es una cuestión de reinvención, de destrucción del pasado para permitir que el futuro nazca.

Dante toma un momento, como para dejarnos digerir sus palabras. Sus ojos brillan con un resplandor extraño, una chispa de certeza en la oscuridad.

Me aseguraré de que todo esté listo, dice con un tono que no admite discusión. Deben estar listos para sacrificarlo todo, para borrar todo. Empezando por la vida que han conocido.

Asiento, pero en el fondo sé que será más difícil que todo lo que hemos enfrentado hasta ahora. Los sacrificios no son solo físicos. También son emocionales, psicológicos. Lo que hemos vivido, lo que hemos amado, todo eso será puesto a prueba.

La noche ha caído, pero es más que negra. Está llena de promesas y amenazas.

El plan es simple, aterrador. Debemos golpear en el corazón de la mafia, donde su poder obtiene su esencia. Su imperio se basa en alianzas frágiles, pactos forjados en la sombra, vidas puestas en juego como peones en un tablero de ajedrez. Es hora de romper esta pieza clave. De borrar todo.

Vamos a golpear la base, dice Adrian, su tono duro. Donde son más vulnerables. Pero no será solo un golpe. Será una purga.

Sé lo que eso implica. Tendremos que eliminar todos los puntos de resistencia, aplastar las últimas fuerzas de aquellos que aún se levantan contra nosotros. La guerra no ha terminado mientras quede un enemigo en pie, listo para contraatacar.

Nos preparamos, los tres, para lo que probablemente será nuestro último acto como aliados. Entramos en el corazón mismo del imperio enemigo. La tensión es palpable, un miedo sordo mezclándose con la adrenalina. Cada paso es una decisión, un movimiento calculado. Sabemos que todo puede cambiar. Pero en el fondo, todo esto tiene un sabor de inevitabilidad. Es el último acto de una obra que ha durado demasiado tiempo.

La puerta del edificio donde debemos golpear se abre con un chirrido pesado. El ruido nos advierte. Entramos.

Dentro, una escena que no tendría nada de sorprendente en el mundo que nos ha forjado. Mesas, sillas, matones. Pero esta vez, es diferente. No es solo una reunión de mafiosos. Es el final. El final de su reinado.

Y esta vez, estamos aquí para reclamar lo que nos corresponde por derecho.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP