Morgana
La noche ha caído, extendiendo sus tinieblas sobre el mundo. Pero, al contrario que las noches que he vivido antes, no hay terror en el aire. Aquí, en este silencio que parece abarcarlo todo, hay una promesa. La de un renacimiento. Pero también de un enfrentamiento inminente. Siento crecer la presión, una fuerza invisible que empuja sobre mis hombros. No es una simple prueba lo que vamos a atravesar. Es una guerra silenciosa, un combate de voluntades y destinos.
Luciano y Dorián caminan a mi lado, pero sus presencias ya no me tranquilizan como lo hacían antes. Hemos cruzado un punto de no retorno, y nada volverá a ser igual jamás. Cada uno de nosotros lleva el peso de lo que hemos decidido, y ya no hay lugar para las dudas.
Avanzamos a través del bosque, los árboles oscuros como espectros que se alzan a nuestro alrededor, ocultando sus secretos en la oscuridad. El viento susurra, llevándose consigo voces que apenas logro entender. Hay algo inhumano en este entorno. Una tensión