Morgane
El alba se estira lentamente, proyectando reflejos dorados sobre la llanura silenciosa. El soplo del viento se enreda en mi cabello, recordándome a la vez la suavidad de la mañana y el peso de las revelaciones de la noche. He visto mi pasado desplegarse ante mis ojos, he sentido cada traición, cada promesa rota, cada eco de amor que los siglos han erosionado. Pero hoy, es hora de elegir.
Mis dedos rozan el grimorio ancestral, este libro que posee las claves de mi memoria y de mi poder. Lo siento vibrar bajo mis palmas, resonando con la energía que circula en mí. La magia que me habita es antigua, más vieja que el tiempo mismo. Me llama, me empuja a elevarme más allá de los límites de mi carne. Pero, ¿estoy lista?
Una presencia detrás de mí me hace estremecer. Dorian. Su sombra se alarga bajo el primer sol del día, y siento la tensión que habita cada uno de sus pasos.
— No estás obligada a llevar esta carga sola, murmura mientras se acerca.
Cierro los ojos un instante, saborean