Morgane
La noche parece extenderse hasta el infinito mientras me encuentro frente al altar de piedra, en las ruinas de un antiguo santuario. El viento, cargado de un murmullo lejano, transporta consigo las voces de ancestros olvidados. Cada soplo de aire me recuerda la pesadez de nuestro pasado, el ciclo sin fin que nos ha condenado a repetir los mismos errores, las mismas traiciones. Esta noche, todo cambia. Mi corazón late a un ritmo frenético, una tormenta de emociones se mezcla con la magia que palpita dentro de mí.
Cierro los ojos y dejo que mis recuerdos me inunden. Imágenes se superponen: juramentos de amor rotos bajo una luna roja, manos extendidas en una esperanza vana, lágrimas silenciosas que han marcado la historia de nuestras vidas. Vuelvo a ver los rostros de Dorian y de Lucian, ambos portadores de dolores y pasiones infinitas, y siento el peso de mis elecciones futuras. Sé que este momento será decisivo para romper el ciclo, para finalmente liberar nuestras almas de las