Capítulo 42.
Me quedo en shock al ver a ese gran lobo derribado en el suelo, el cual parece estar inconsciente y sangrando después de que lo apuñalara. No me gusta pelear, si tuviera un coche seria la típica persona que pone calcomanías en contra de la guerra y las armas en las ventanas. Así que ver a un lobo, un hombre dentro de ese gran animal, que yo probablemente maté, es algo… Tan horrible.
—¿Rose? —escucho que alguien llama mi nombre a lo lejos— ¡Rose!
Entonces mi ro mi teléfono, el cual había soltado a un par de pasos de distancia, pero que aún tenía la llamada de Alan, así que él asustado había estado llamando mi nombre desde hace un par de minutos.
Logrando reaccionar a duras penas, limpio las lágrimas de mis mejillas y me pongo de pie con dificultad, mi tobillo derecho dolía como el infierno, creo que jamás había sentido algo tan doloroso como esto, y aun a pesar de eso no quiero ni ver la herida, porque sé que me voy a desmayar si veo la sangre.
—Estoy aquí Alan —respondo llorosa, toman