CAPÍTULO 67
— No, no, no, Luna, no tienes que hacerlo. No te preocupes, nosotras nos aseguraremos de que todo esté listo —dice la mayor del grupo, mirándome hacia arriba.
— Me daría mucho gusto hacer algo productivo —respondo, balanceándome sobre los talones. Ellas se detienen de nuevo y se miran entre sí con desconfianza.
— Eh… Bueno, supongo que estaría bien. Claro, si el Alfa está de acuerdo, y tú no tienes problema en ayudar —dice Lucinda, mirando a Beck, que está sentado con la boca abierta. Lo miro suplicante y él suspira antes de asentir.
— Está bien. Pero solo por media hora, y después te vuelvo a secuestrar —dice, negando con la cabeza, levantándose y besando mis labios antes de subir de nuevo las escaleras. Sonrío y me vuelvo hacia las omegas.
— ¿Qué te gustaría que hiciera ? —pregunto, intentando disimular mi emoción.
— Bueno, Luna, ehmm —dice una de las mujeres, claramente incómoda por darme órdenes—. Sería muy útil si pudieras ayudarnos a cortar las galletas de azúcar con