CAPÍTULO 16**
— ¡Cariño ! ¿Eres tú ? ¿Aww, me preparaste la cena ? ¡Qué dulce de tu parte ! — Me giro y veo a una chica rubia parada en la puerta. Lleva unos shorts cortos, cortísimos, de algodón y una camiseta ajustada que apenas cubre su estómago. Juraría que escuché a Beck gruñir.
— Gianna. No ahora. — Dice frotándose la nuca.
— ¿Aww, así hablas con tu compañera y novia ? — Dijo con voz melosa. Me congelo. ¿Compañera ? ¿Novia ? ¡Pero Beck lo tiene cubierto !
— Por última vez, Gianna. Hazte esto a la cabeza. No eres mi compañera. No eres mi novia. Ella es mi compañera y tu Luna. — Gruñó señalándome.
— ¿Ella ? ¿Es tu compañera ? ¡Ja ! ¡Eso es cruel por parte de la diosa lunar ! Lo siento… — Dijo de manera despectiva. Beck estuvo frente a ella en un abrir y cerrar de ojos.
— Como te dije, ella es mi compañera y tu Luna. Y nadie habla de ella así, ¿me entiendes ? La vas a respetar y, si no puedes, tendré que expulsarte de esta manada y considerarte una rogona. ¿Es eso lo que quieres ? — Ella niega con la cabeza y retrocede. — Eso pensé. Ahora vete. — Se escabulló fuera de la habitación y él suspiró, girándose hacia mí. Estaba a punto de bajar del mostrador. ¡Claramente ella significaba algo para él ! ¡¿Por qué sino diría esas cosas ?! Se acercó a mí, sacudiendo la cabeza.
— Cariño, no es lo que piensas, está delirando. Ella nunca ha sido nada para mí. ¡Te lo prometo ! Te prometo que está delirando. Le dije que no éramos nada, incluso antes de conocerte. — Miré hacia otro lado. — Por favor, no te enojes conmigo. — Rogó. Sonaba tan triste. Lo miré y suspiré.
— Está bien. No estoy enojada. Pero si esa loca se acerca a mí de nuevo, no me hago responsable de mis acciones. — Dije levantando las manos en señal de derrota.
— Te lo prometo, te lo prometo. — Dijo besándome las mejillas. — Pero, ¿qué fue eso que dijiste ? — Lo miré confundida. — ¿Esa loca qué ? — Me cayó la ficha y mis ojos se abrieron. Sacudí la cabeza, retrocediendo de él. Avanzó hacia mí sonriendo de manera traviesa.
— Vuelve aquí, princesa. — Me dijo burlón. Llegué al mostrador y él me rodeó con sus brazos, sonriendo como un loco. Sin pensarlo, me agaché bajo su brazo y eché a correr. Bajé por el pasillo mirando todas las puertas hasta llegar a una que tenía que ser un clóset. Podía oírlo rugir detrás de mí. Abrí la puerta y corrí adentro. Lo escuché caminar por el pasillo y detenerse.
— Princesa, ¿dónde estás ? Sabes que no puedes esconderte de mí. — Me reí entre dientes. Ah claro, el gran y malo Alfa, lo que digas. Luego, sus pasos desaparecieron. Estaba en silencio. Demasiado silencio…
Un brazo rodeó mi cintura y una mano cubrió mi boca. Grité, a pesar de saber que nadie podría oírme.
— Te tengo. — Susurró una voz ronca cerca de mi oído, su aliento cálido rozando mi mejilla. Me giró hacia él con una sonrisa triunfante. Estaba de pie en una segunda puerta del clóset, una que no había notado en mi prisa. Puse un puchero, sacando el labio inferior.
— Eso no vale… — suspiré.
— Perdedora. — Respondió encogiéndose de hombros. Abrí la boca y traté de golpear su brazo, pero él me atrapó la muñeca.
— No hace falta violencia, princesa. Pero tengo que decirte, hay una cena deliciosa que se está enfriando, esperándote. — Grité y él soltó una risa, jalándome de vuelta a la cocina.
Ya había servido los platos y puesto la mesa en el rincón del desayuno. Se me hizo agua la boca al verlo y salté para sentarme. Él puso un vaso de agua frente a mí. Levanté una ceja.
— Oh, no me mires así, escuchaste al doctor. Necesitas líquidos. Ahora come. — Ordenó.
— Gracias. — Susurré, mirando hacia abajo.
— ¿Por qué ? — Me miró confundido.
— Por la comida, y el agua, y… bueno, por todo. — Murmuré. Él solo me miró. — Significa mucho para mí. Hace tiempo que, ya sabes, esto no pasaba.
— ¿Qué no pasaba ? — Preguntó entrecerrando los ojos.
— Bueno… desde que tuve una comida completa. — Respondí suavemente.
CAPÍTULO 17**Él agarra mi muñeca y me tira a su regazo. Me envuelve con sus brazos y mete mi cabeza bajo su barbilla. Frotándome la espalda, susurra :—Lo siento mucho, cariño. Lo siento, de verdad.Niego con la cabeza.—Beck, no es tu culpa, no…—Podría haber prevenido esto. Podría haber estado aquí y detenerlo antes de que llegara a ser tan malo como fue. Y por eso, lo siento. —Me besa la frente—. Ahora, abre.Sostiene su tenedor frente a mi boca. Dudo y abro la boca, pero justo antes de que vaya a tomar el bocado del tenedor, ¡él lo mete en su boca !—¡Eso fue muy cruel ! —grito. Él se ríe y pasa su pulgar por mi labio inferior.—Perdón, me dio hambre —dice sonriendo.—Eso está muy bien viniendo de ti —replico.—Vamos, cariño, abre —dice riendo.—No, no te confío ni un poquito —y empiezo a alimentarme sola. No me transformo en un animal y empiezo a devorar mi comida como esperaba. Como lo suficiente, y él me mira con una ceja levantada.—¿Qué pasa ?—Comiste como tres bocados, car
CAPÍTULO 18**— No, absolutamente no — Beck aprieta su puño y yo pongo una mano sobre su hombro.— ¿Tienes miedo de que ella nos quiera más a nosotros ? — Gruñe Beck, y yo pongo los ojos en blanco.— Bueno, si dices que no, ganamos por defecto.— Está bien — Beck responde de forma cortante. — Pero si yo gano, tienes que montar un caballo.Ryan palidece y yo miro a Beck curiosa.— Oh, Ryan tiene pánico a los caballos. No se acerca ni al establo — dice Beck con una chispa en los ojos todo el tiempo.— ¿Tienes caballos aquí ? — Pregunto, sonriendo emocionada. Él asiente.— Sí. ¿Te gustan ?Asiento con entusiasmo.— Puedo llevarte mañana, si quieres.— ¡Sí, por favor ! — exclamo, y él me besa la coronilla, sonriendo.— ¿Hola ? ¡Sigo aquí, saben ! — Dice Ryan impacientemente. Beck sonríe con maldad y adopta una postura de combate.— Luchan por la mano de la bella dama — narra Carter. Ryan también se pone en posición, listo para empezar.— Está bien, una pelea limpia, los dos — dice Damian,
CAPÍTULO 19**¡Me tira en su cama ! Mis ojos se abren de golpe y gruño. Él se ha alejado de mí, pero gira con los ojos bien abiertos, sorprendido.—¿Fuiste tú, princesa ? —me pregunta inocentemente. Cuando le lanzo una mirada fulminante, continúa—. ¿Quién diría que un ruido tan fuerte podría salir de algo tan pequeño ? —me pellizca las mejillas, pero le doy un manotazo a su mano y bostezo.Su boca se abre, sorprendido—. ¿Eh ? ¿Se pone gruñona alguien cuando tiene sueño ? —Gruño otra vez—. Tomaré eso como un sí. —Se sienta en el borde de la cama y me mira.—Eso no fue muy amable.—¿Qué, cariño ?—Tirarme en la cama mientras dormía. No fue muy amable. —Hago un puchero.—Ay, lo siento, princesa. ¿Me perdonas ? —me pone cara de perrito.—Está bien —suspiré y me di vuelta sobre mi estómago. Él se acerca y empieza a levantar mi camiseta. Mi cabeza se gira rápido para mirarlo.—¿Ummmm… qué demonios estás haciendo ? —le pregunto, mirándolo con enojo.—Ya hablamos de las malas palabras, prince
CAPÍTULO 20**« Nahhh, creo que te voy a mantener aquí un poco más. Buenas noches, nena. » respondió él.« ¿En serio, Beck ? ¡Maldita sea, déjame salir antes de que me haga pis ! »« Hmmmm, eso sería divertido. Aunque, ¿acaso escuché otra mala palabra de esa linda boca tuya ? Hmmmm, ¿qué hacemos contigo ? Oh, ya sé. No te va a gustar esto. » Me tiró debajo de él y sujetó mis manos a mis costados. Las rozó contra mi piel suavemente. No… no otra vez.« No te atreverías. »« Oh, pero sí que lo haría, princesa. » Y empezó a hacerme cosquillas lentamente.« ¡NO, BECK, POR FAVOR ! ¡TENGO QUE HACER PIS ! ¡NO HAGAS ESTO, ERES UNA BUENA PERSONA ! ¡POR FAVOR ! » supliqué. Él comenzó a reírse a carcajadas.« ¡Está bien ! ¡Ve ! Pero date prisa, me estás manteniendo caliente. » gruñó.Corrí al baño y lo hice lo más rápido que pude. Volví y vi que Beck ya estaba durmiendo de nuevo. Me retrocedí, corrí y me lancé directamente sobre él. Él saltó y se sentó, mirando alrededor con los ojos desorbitados
CAPÍTULO 21**« Silver Star » todo la risa muere y la habitación se queda en silencio.« ¿Silver Star ? » Asiento. « ¿La Silver Star ? » Vuelvo a asentir.« ¿Como en la… ? » Comienza Hunter.« Sí. » Lo interrumpo.« ¿Posición en la manada anterior ? »« Hija del Alpha. » Beck me mira fijamente.« ¿Nombre del padre ? »« David Brewer. Fallecido. »« ¿Nombre de la madre ? »« Aria Benson. Fallecida. »« ¿Hermanos ? »« Darren, Lily y Ethan. Fallecidos. »« ¿Pareja ? »« Beck Stone. »« ¿Estatus sanguíneo ? »« 100% loba. »« Hiciste bien, cariño. Gracias. » Asiento.« Bien, ahora necesito saber cómo llegaste a ser una loba errante y por qué estabas en mi territorio. »Respiro hondo. Puedo hacerlo.« Shhh, está bien, princesa. »« Beck, no puedo hacerlo, no frente a todos. »« Imagina que solo estás hablándome a mí, » me anima.« Bueno, supongo que todo comenzó el día antes de mi cumpleaños número 17. Mi mejor amiga Kacey venía para pasar la noche de chicas y estar conmigo en mi cumpleañ
22Sollozo y vuelvo a esconder la cabeza, pero asiento con duda. Siento sus miradas sobre mí, pero no quiero mirarlos a ninguno. Me odiarían cuando lo supieran. Al diablo, yo misma me odio.—Me trajeron y me hicieron un cacheo. Me arrojaron a una celda y me dejaron allí. Me dieron ropa, un sujetador deportivo y unos pantalones cortos, y una manta. Me alimentaban una vez cada tres días y me daban una botella de agua cada dos. Estaba sola en la celda, pero los guardias venían seguido. Les gustaba torturar y abusar. Beck, esto no te va a gustar, pero necesitas escucharlo. Me presionaban plata en la piel al azar o ponían acónito en alguna comida para enfermarme. Siempre estaba en alerta, nunca me sentía segura porque no sabía cuándo vendría el siguiente castigo. Les gustaba azotarnos. Si gritabas o cerrabas los ojos, volvían a empezar la cuenta. Me golpearon hasta que les dije mi fobia. La única cosa que me destruye, y la usaron en mi contra. Los lugares pequeños y oscuros. Me encerraron
CAPÍTULO 23Punto de vista de Alexia :Camino por un sendero boscoso detrás de Beck, quien me lleva de la mano. Los chicos avanzan detrás de nosotros, empujándose, molestándose y jugando entre ellos. Beck escucha a alguien quejarse de dolor, sacude la cabeza y se ríe por lo bajo. Llevamos caminando unos diez minutos cuando, de repente, el sendero se abre a un claro.En el claro se alza un gran granero, viejo y desgastado, pero todavía en pie. Hay tres pistas al aire libre, algunas con obstáculos, otras vacías. También hay un par de prados, y en algunos pastan algunos caballos. Abro la boca sorprendida mientras observo todo a mi alrededor. Beck me mira divertido, pero su expresión cambia rápidamente a una de sorpresa cuando empiezo a tironear de su mano hacia el granero.—¡Ey, tranquila, fiera ! —dice intentando detenerme.—¡Beck, vamos, vamos ! —me quejo, tirando de su mano otra vez.—Alguien está emocionada —dice Justin al pasar junto a Beck y entrar al granero. Hago un puchero y mir
24— Oh, princesa no eres tú, pero yo sí lo soy — responde él con un guiño.Se me cae la mandíbula.— ¡Beck ! ¡Eso no es justo ! Vamos, solo una vuelta rápida. Por favorcito.— No, lo siento, cariño, pero todavía te estás recuperando. Te lo compensaré, lo prometo — dice, besándome la frente.Acaba de terminar de ensillar a Atlas y ha tomado la cuerda de guía de mis manos. Caminamos hacia una pista al aire libre y vemos a Ryan parado a varios metros de un enorme Percherón, visiblemente nervioso. Beck abre la puerta de la pista y entra con Atlas. Morgan guía al Percherón detrás de Beck y Ryan lo sigue lentamente.Beck se monta en la silla con agilidad y se acomoda en el asiento.— Vamos Ryan, súbete — llama.Ryan traga saliva.— Eh… ¿Cómo se supone que hago eso ?— Pon un pie en el estribo y pasa la otra pierna al otro lado — dice Beck con una risa.Ryan mira al caballo con nerviosismo, pero obedece. Los otros chicos se apoyan contra la cerca de la pista, pero yo no. Me subo y me siento