CAPÍTULO 15**
Antes de llegar al final de las escaleras, se dio la vuelta y se inclinó para susurrarme al oído :
— Oh, y nada de malas palabras, princesa. No quiero ensuciar esa boquita tan bonita — dijo con una sonrisa y un guiño. Mi boca se abrió de par en par.
— Oh, te voy a mostrar algunas de las palabras favoritas de mi « boquita bonita ». Como… — él cubrió mi boca con su mano.
— Ah, ah, ah… No iría por ahí, cariño. Estaría más que feliz de castigarte — dijo, con la voz ronca. Mi cara se puso roja y me arrastró hacia la cocina.
— ¿Qué quieres comer, cariño ? — me preguntó, dándose vuelta para revisar la despensa. Miré mis manos. Había pasado un tiempo desde que elegí lo que iba a comer. Murmuré algo incomprensible.
— ¿Qué fue eso ? — me llamó.
— Eh… No me importa, lo que tú quieras — murmuré.
— ¿Qué tal espaguetis con albóndigas ? — mi estómago gruñó en respuesta. Él soltó una risa estruendosa.
— Supongo que ya tengo mi respuesta entonces.
Caminé hacia el lado de la barra de mármol que tenía taburetes altos e intenté subirme a uno. Palabra clave : intenté. Mido solo 1.55 m y el asiento de la silla quedaba justo debajo de mi hombro. ¿Qué clase de sillas son estas ? ¡Y encima el asiento gira ! ¡Esto es una trampa mortal ! Luché un par de minutos hasta que sentí un par de brazos fuertes rodear mi cintura. Sentí su aliento cálido en mi cuello y me estremecí. Me levantó y caminó hacia el lado de la cocina donde me sentó sobre el tramo de la barra junto a la estufa, donde tenía una gran olla de agua hirviendo.
— ¡Podría haberlo hecho, ¿sabes ?! ¡Casi llego !
— Sí, claro, lo que tú digas, cariño — dijo mientras sonreía.
Puse los ojos en blanco y lo observé moverse por la cocina. Realmente parecía saber lo que hacía. Agarró una tabla de cortar y algunas verduras, y se paró entre mí y la estufa, comenzando a picarlas meticulosamente.
— ¿Dónde aprendiste a cocinar ? — pregunté con curiosidad.
— Solía gustarme ver a mi mamá en la cocina. Supongo que aprendí algunas cosas — murmuró encogiéndose de hombros.
Nos quedamos en silencio por un rato. Lo observé mientras transformaba ingredientes simples en una comida completa, y pronto un aroma delicioso llenó el aire. Mientras la pasta y la salsa hervían en la estufa, Beck fue hasta la nevera y sacó una cerveza. Me ofreció una, pero negué con la cabeza. No soy mucho de beber. Me embriagué completamente una vez y no fue un buen recuerdo. Todavía me da mucha vergüenza pensarlo y me sonrojé.
— Uh, oh, esa es una « tengo una historia embarazosa que realmente espero que Beck no me pregunte » cara — negué con la cabeza vigorosamente.
— Cuéntame.
— No es nada malo, digamos… — respondió con otra de sus risas contagiosas.
— ¡Debe ser realmente malo si comienzas la historia así !
— ¡Vale ! Fui a una fiesta por primera vez y puede que haya bebido demasiado. — Me miró. — En mi defensa, ¡nadie me dijo que no debía beber el ponche !
— ¡Oh Dios ! ¿El ponche ? ¡Vamos ! ¡Esa es la primera regla de las fiestas ! — dijo dándome una mirada de « deberías haberlo sabido ». — Sigue, — insistió mientras revolvía la salsa.
— Bueno, puede que haya perdido los zapatos y aceptado correr con un extraño, y terminamos al lado de la carretera. Pero él llamó a sus amigos y lo recogieron, pero mi hermano, Darren, que es mayor, estaba en el coche y se enfadó porque me emborraché y me hizo caminar a casa. — Ya se estaba riendo de mí. — ¡Oh, pero lo mejor viene después ! Llegué a casa y me seguía diciendo a mí misma que debía comportarme como si estuviera sobria, ¡soy la princesa de papá y él estaría furioso ! Pero cuando llegué, lo estaba haciendo muy bien. Hasta que Darren apareció, me levantó en un abrazo y vomité sobre mí misma. Y entonces mi papá se dio cuenta y se rió de mí, corrigió a mi hermano y me castigó por dos meses.
Beck echó la cabeza hacia atrás y soltó carcajadas. Lo miré furiosa.
— No fue tan malo. — dije, haciendo un puchero.
— Oh, cariño, eso fue malo. — dijo sonriendo. — ¡Pero vamos, ¿el ponche, en serio ?! No puedo… — iba a seguir, pero fue interrumpido por una voz aguda.
CAPÍTULO 16**— ¡Cariño ! ¿Eres tú ? ¿Aww, me preparaste la cena ? ¡Qué dulce de tu parte ! — Me giro y veo a una chica rubia parada en la puerta. Lleva unos shorts cortos, cortísimos, de algodón y una camiseta ajustada que apenas cubre su estómago. Juraría que escuché a Beck gruñir.— Gianna. No ahora. — Dice frotándose la nuca.— ¿Aww, así hablas con tu compañera y novia ? — Dijo con voz melosa. Me congelo. ¿Compañera ? ¿Novia ? ¡Pero Beck lo tiene cubierto !— Por última vez, Gianna. Hazte esto a la cabeza. No eres mi compañera. No eres mi novia. Ella es mi compañera y tu Luna. — Gruñó señalándome.— ¿Ella ? ¿Es tu compañera ? ¡Ja ! ¡Eso es cruel por parte de la diosa lunar ! Lo siento… — Dijo de manera despectiva. Beck estuvo frente a ella en un abrir y cerrar de ojos.— Como te dije, ella es mi compañera y tu Luna. Y nadie habla de ella así, ¿me entiendes ? La vas a respetar y, si no puedes, tendré que expulsarte de esta manada y considerarte una rogona. ¿Es eso lo que quieres ?
CAPÍTULO 17**Él agarra mi muñeca y me tira a su regazo. Me envuelve con sus brazos y mete mi cabeza bajo su barbilla. Frotándome la espalda, susurra :—Lo siento mucho, cariño. Lo siento, de verdad.Niego con la cabeza.—Beck, no es tu culpa, no…—Podría haber prevenido esto. Podría haber estado aquí y detenerlo antes de que llegara a ser tan malo como fue. Y por eso, lo siento. —Me besa la frente—. Ahora, abre.Sostiene su tenedor frente a mi boca. Dudo y abro la boca, pero justo antes de que vaya a tomar el bocado del tenedor, ¡él lo mete en su boca !—¡Eso fue muy cruel ! —grito. Él se ríe y pasa su pulgar por mi labio inferior.—Perdón, me dio hambre —dice sonriendo.—Eso está muy bien viniendo de ti —replico.—Vamos, cariño, abre —dice riendo.—No, no te confío ni un poquito —y empiezo a alimentarme sola. No me transformo en un animal y empiezo a devorar mi comida como esperaba. Como lo suficiente, y él me mira con una ceja levantada.—¿Qué pasa ?—Comiste como tres bocados, car
CAPÍTULO 18**— No, absolutamente no — Beck aprieta su puño y yo pongo una mano sobre su hombro.— ¿Tienes miedo de que ella nos quiera más a nosotros ? — Gruñe Beck, y yo pongo los ojos en blanco.— Bueno, si dices que no, ganamos por defecto.— Está bien — Beck responde de forma cortante. — Pero si yo gano, tienes que montar un caballo.Ryan palidece y yo miro a Beck curiosa.— Oh, Ryan tiene pánico a los caballos. No se acerca ni al establo — dice Beck con una chispa en los ojos todo el tiempo.— ¿Tienes caballos aquí ? — Pregunto, sonriendo emocionada. Él asiente.— Sí. ¿Te gustan ?Asiento con entusiasmo.— Puedo llevarte mañana, si quieres.— ¡Sí, por favor ! — exclamo, y él me besa la coronilla, sonriendo.— ¿Hola ? ¡Sigo aquí, saben ! — Dice Ryan impacientemente. Beck sonríe con maldad y adopta una postura de combate.— Luchan por la mano de la bella dama — narra Carter. Ryan también se pone en posición, listo para empezar.— Está bien, una pelea limpia, los dos — dice Damian,
CAPÍTULO 19**¡Me tira en su cama ! Mis ojos se abren de golpe y gruño. Él se ha alejado de mí, pero gira con los ojos bien abiertos, sorprendido.—¿Fuiste tú, princesa ? —me pregunta inocentemente. Cuando le lanzo una mirada fulminante, continúa—. ¿Quién diría que un ruido tan fuerte podría salir de algo tan pequeño ? —me pellizca las mejillas, pero le doy un manotazo a su mano y bostezo.Su boca se abre, sorprendido—. ¿Eh ? ¿Se pone gruñona alguien cuando tiene sueño ? —Gruño otra vez—. Tomaré eso como un sí. —Se sienta en el borde de la cama y me mira.—Eso no fue muy amable.—¿Qué, cariño ?—Tirarme en la cama mientras dormía. No fue muy amable. —Hago un puchero.—Ay, lo siento, princesa. ¿Me perdonas ? —me pone cara de perrito.—Está bien —suspiré y me di vuelta sobre mi estómago. Él se acerca y empieza a levantar mi camiseta. Mi cabeza se gira rápido para mirarlo.—¿Ummmm… qué demonios estás haciendo ? —le pregunto, mirándolo con enojo.—Ya hablamos de las malas palabras, prince
CAPÍTULO 20**« Nahhh, creo que te voy a mantener aquí un poco más. Buenas noches, nena. » respondió él.« ¿En serio, Beck ? ¡Maldita sea, déjame salir antes de que me haga pis ! »« Hmmmm, eso sería divertido. Aunque, ¿acaso escuché otra mala palabra de esa linda boca tuya ? Hmmmm, ¿qué hacemos contigo ? Oh, ya sé. No te va a gustar esto. » Me tiró debajo de él y sujetó mis manos a mis costados. Las rozó contra mi piel suavemente. No… no otra vez.« No te atreverías. »« Oh, pero sí que lo haría, princesa. » Y empezó a hacerme cosquillas lentamente.« ¡NO, BECK, POR FAVOR ! ¡TENGO QUE HACER PIS ! ¡NO HAGAS ESTO, ERES UNA BUENA PERSONA ! ¡POR FAVOR ! » supliqué. Él comenzó a reírse a carcajadas.« ¡Está bien ! ¡Ve ! Pero date prisa, me estás manteniendo caliente. » gruñó.Corrí al baño y lo hice lo más rápido que pude. Volví y vi que Beck ya estaba durmiendo de nuevo. Me retrocedí, corrí y me lancé directamente sobre él. Él saltó y se sentó, mirando alrededor con los ojos desorbitados
CAPÍTULO 21**« Silver Star » todo la risa muere y la habitación se queda en silencio.« ¿Silver Star ? » Asiento. « ¿La Silver Star ? » Vuelvo a asentir.« ¿Como en la… ? » Comienza Hunter.« Sí. » Lo interrumpo.« ¿Posición en la manada anterior ? »« Hija del Alpha. » Beck me mira fijamente.« ¿Nombre del padre ? »« David Brewer. Fallecido. »« ¿Nombre de la madre ? »« Aria Benson. Fallecida. »« ¿Hermanos ? »« Darren, Lily y Ethan. Fallecidos. »« ¿Pareja ? »« Beck Stone. »« ¿Estatus sanguíneo ? »« 100% loba. »« Hiciste bien, cariño. Gracias. » Asiento.« Bien, ahora necesito saber cómo llegaste a ser una loba errante y por qué estabas en mi territorio. »Respiro hondo. Puedo hacerlo.« Shhh, está bien, princesa. »« Beck, no puedo hacerlo, no frente a todos. »« Imagina que solo estás hablándome a mí, » me anima.« Bueno, supongo que todo comenzó el día antes de mi cumpleaños número 17. Mi mejor amiga Kacey venía para pasar la noche de chicas y estar conmigo en mi cumpleañ
22Sollozo y vuelvo a esconder la cabeza, pero asiento con duda. Siento sus miradas sobre mí, pero no quiero mirarlos a ninguno. Me odiarían cuando lo supieran. Al diablo, yo misma me odio.—Me trajeron y me hicieron un cacheo. Me arrojaron a una celda y me dejaron allí. Me dieron ropa, un sujetador deportivo y unos pantalones cortos, y una manta. Me alimentaban una vez cada tres días y me daban una botella de agua cada dos. Estaba sola en la celda, pero los guardias venían seguido. Les gustaba torturar y abusar. Beck, esto no te va a gustar, pero necesitas escucharlo. Me presionaban plata en la piel al azar o ponían acónito en alguna comida para enfermarme. Siempre estaba en alerta, nunca me sentía segura porque no sabía cuándo vendría el siguiente castigo. Les gustaba azotarnos. Si gritabas o cerrabas los ojos, volvían a empezar la cuenta. Me golpearon hasta que les dije mi fobia. La única cosa que me destruye, y la usaron en mi contra. Los lugares pequeños y oscuros. Me encerraron
CAPÍTULO 23Punto de vista de Alexia :Camino por un sendero boscoso detrás de Beck, quien me lleva de la mano. Los chicos avanzan detrás de nosotros, empujándose, molestándose y jugando entre ellos. Beck escucha a alguien quejarse de dolor, sacude la cabeza y se ríe por lo bajo. Llevamos caminando unos diez minutos cuando, de repente, el sendero se abre a un claro.En el claro se alza un gran granero, viejo y desgastado, pero todavía en pie. Hay tres pistas al aire libre, algunas con obstáculos, otras vacías. También hay un par de prados, y en algunos pastan algunos caballos. Abro la boca sorprendida mientras observo todo a mi alrededor. Beck me mira divertido, pero su expresión cambia rápidamente a una de sorpresa cuando empiezo a tironear de su mano hacia el granero.—¡Ey, tranquila, fiera ! —dice intentando detenerme.—¡Beck, vamos, vamos ! —me quejo, tirando de su mano otra vez.—Alguien está emocionada —dice Justin al pasar junto a Beck y entrar al granero. Hago un puchero y mir