Rocco.
Estoy en el puto infierno, claro que lo estoy, no podía ser de otra manera teniendo a Valentina a mi lado, mejor dicho, a nuestro lado, sé que necesitaba a ese demonio que tiene de hija en su vida para sentirse completa, pero me lleva el mismo diablo, pequeña ratita ¿Cómo pudo atreverse a poner a mi reina en mi contra?
— ¿En qué piensas? — Salvatore es el único que muestra un poco de misericordia, esperando por mí, ya que Tina y los demás no solo no han dicho ni media palabra en todo el viaje, sino que apenas hemos llegado a nuestro hogar, ellos solo se fueron a dentro, dejándome atrás.
— ¿Tú que crees hermanito?
— Maldecir a la princesa en tu mente no te salvara, mejor dile lo que paso y todo estará claro para ella, te perdonara, estoy seguro de que eres su debilidad.
— ¿A qué te