Habían pasado las semanas volando, Kate estaba en su habitación rodeada de las chicas mientras terminaba de arreglarse para su boda.
Kate estás hermosa – Kate tenía su vestido blanco, su pelo arreglado con pequeños risos, sus ojos resaltaban con la corona que le había regalado Bastien, un corse lleno de pedrería, y un faldón que caía como vestido de un Hada, Kate tenía un ramo de rosas blancas que caía como cascada –
Estoy nerviosa
Vamos Kate, ya hiciste de todo con mi hermano incluso viene mi pequeña sobrina, mira esto como una fiesta.
Mi muñequita tiene razón todo está perfecto – la puerta de abrió y entró Albert, Arthur, Jake y Lucca, un silencio se generó, Albert al verla sonrió –
¿Estás hermosa amor, vamos? – Kate asintió, cada uno tomó a su pareja, menos Albert que sería el que entregaría a Kate - ¿estás nerviosa?
Mucho.
Si quieres tengo el auto listo podemos correr – me dijo con una sonrisa –
No, estoy completamente segura de que lo amo.
Entonces, vamos – bajaron las escaleras,