Kate estaba almorzando con Bastien en un restaurant, los dos reían y se tomaban de la mano.
— ¿Amor crees que podrías pedir unos días? me gustaría ir a la casita den la playa, solitos, los dos, podemos dejar a Addy con Lucca.
— Me encantaría ¿Quizás este fin de semana?
— Estaría perfecto, quiero volver a esa casita donde nos reencontramos, donde nos reconciliamos, aún recuerdo el día que pasaste con esos short cortitos encima de mi para tentarme.
— No quería que te fueras, quería tenerte conmigo, quería volver a sentirme tuya.
— Jamás has dejado de ser mía Kitty — Bastien besó su mano.
— Que tal si… — Kate acarició su pierna mientras miraba traviesamente a Bastien.
— Kitty, no me tientes.
— Aquí cerca hay un Hotel, muy bonito, lo veo cada vez que paso a la oficina.
— ¿A sí? Te gustaría visitarlo conmigo esposa mía, ¿serías mi amante esta tarde y fugarnos en secreto?
— Me encantaría Bastien — Bastien sonrió de lado, sus ojos mostraban deseo, pagó la cuenta y salió de la mano de Kate.
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