A los pocos minutos de que se marchara la patrulla de las fuerzas de seguridad apareció la madre de los gemelos.
– Cariño, ¿qué buscaba ese coche que acaba de salir de nuestra puerta?
– ¡Son tus hijas!
- Dios mío ! ¿Qué hicieron?
"Acaban de ser esposados por la policía", respondió el padre.
– Por favor, deja de bromear y dime ¿dónde están?
-¿Por qué no me crees? ¡Pero lo digo en serio!
- Dios mío ! gritó la madre, con las manos en la cabeza. ¿Qué hicieron?
-¡No lo sé y ni siquiera quisiera saberlo!
- Qué ? —gritó la madre, petrificada.
-Son un desastre ¿no? Esta vez se ordenarán.
—No, por favor no digas eso; ¡Vamos a rescatarlos!
– ¿Rescatarlos? Nunca ! Todo bien considerado, no los matarán. Sólo necesitan un poco de corrección y entenderán la vida.
-No, no digas eso por favor, ¡lo siento!
-¿Quieres empezar de nuevo? ¡Partir! ¡No me voy! Esto es lo que hicieron y los niños se están convirtiendo en un gran problema en la sociedad. Si hoy los niños se han vuelto insoportables es por cul