37- Un alfa... ¿amable?
Capítulo 37
Un alfa... ¿amable?
Me acerqué a la pequeña ventana que daba hacia el bosque. La noche había caído con lentitud y ahora las sombras abrazaban los árboles, las ramas se mecían como si susurraran secretos. Suspiré, aún nerviosa, y entonces rompí el silencio:
—¿Siempre es así?
—¿Así cómo? —Erick alzó la mirada desde la copa que acababa de llenar.
—Lo del caballo… la cabaña, todo esto. Es una tradición de Selmorra, ¿cierto?
Él se apoyó contra la mesa, con los brazos cruzados sobre el pecho, su postura era relajada, pero su mirada estaba alerta. Como si esperara algo más en mi pregunta.
—Sí —respondió—. Es una tradición muy antigua. Hace generaciones, los líderes de Selmorra sellaban sus uniones de esta manera, no hay firmas, ni contratos. No se necesita más que un juramento, una sangre compartida y una noche juntos.
Me giré hacia él. Mis pies descalzos rozaban la alfombra de lana tejida a mano. El calor del fuego envolvía todo, pero no lograba calmar el frío que me subía por l