La mujer del Cóndor: 23. ¿Michael es el Cóndor?
Regina
Cuando Michael y yo regresamos de cabalgar, parecía incapaz de mantener sus manos alejadas de mí. Me rodeaba con sus brazos, y sus labios se entretenían dejando pequeños besos en mi cuello. Intentaba no sucumbir del todo a sus caricias, pero no podía evitar reírme por sus movimientos juguetones.
—¡Michael! —protesté, empujándolo suavemente cuando comenzó a cosquillearme con su barba incipiente.
—Me gusta verte así, rubia —dijo con una sonrisa maliciosa, inclinándose para dejar otro beso en mi mejilla.
De repente, su celular comenzó a sonar. Lo vi fruncir el ceño mientras lo sacaba del bolsillo. La pantalla iluminada reflejaba un número sin identificar. Mi curiosidad se disparó de inmediato.
—¿Es Roberta? —pregunté sin pensarlo.
Michael arqueó una ceja, y luego dejó escapar una carcajada profunda.
—¿Estás celosa, Regina? —preguntó, con una expresión que mezclaba diversión y picardía. —Me encantan tus escenas de celos, rubia, pero... tengo que atender esto.
Antes