Trabajo en las Afueras
La caminata hasta la frontera este no fue difícil, pero sí extensa. El clima húmedo y el cielo cubierto presagiaban una tormenta temprana, aunque eso no detuvo a Kael. Le había pedido que lo acompañara con un gesto que casi parecía una invitación personal, no una orden como tantas otras. Lía, con los niños a salvo en casa bajo el cuidado de Hele Y Meyrick…y la escuela cerrada por el día, no encontró excusas para negarse.
-Creo que tú y Hele tienen un acuerdo a mis espaldas.
-¿Cómo sería eso? -Preguntó con diversión.
-Me es extraño que estuviera tan de acuerdo, es más, se ofreció a cuidar a los niños para que diga que sí y te acompañe.
-Tú querías acompañarme. Declaró muy seguro.
-¿Qué? ¿cuándo dije…
-¡Ah! ya llegamos. -Interrumpió burlón y adelantó el paso dejándola atrás.
Al llegar al campamento improvisado, se llevaron una gran sorpresa… descubrieron que no eran apenas unos pocos, como le habían informado. Eran casi veinte adultos, y quizá llegaban a tre