Capítulo 39: Las decisiones de una nueva vida
Violet se separó del abrazo de Adrián, sintiendo una mezcla de asombro y una extraña calidez en su pecho. La idea de que todo aquello, esa inmensa y lujosa casa, fuera también suyo y del bebé, era abrumadora. Había pasado de la incertidumbre y el miedo a una seguridad tan rotunda que casi le daba vértigo. Miró los medicamentos y vitaminas sobre la cómoda; era un recordatorio tangible de que no estaba sola en esto, de que Adrián se estaba haciendo cargo de una manera que Alexander nunca lo habría hecho. Aunque si no se hubiera portado de una manera tan estúpidamente inmadura, estaba segura de que hubiera sido igual o más atento que Adrian.
—No entiendo… —¿Cómo es que tienes todo esto tan… preparado? —preguntó; su voz era apenas un susurro de tanta impresión.
Adrián sonrió; era una sonrisa que rara vez mostraba y que, a pesar de su intensidad, le resultaba extrañamente atractiva. —Sabía que vendrías. O, al menos, que te encontraría. Y cuando