Capítulo 38: Nuevo hogar

Adrian respiró con pesadez mientras se la follaba duro y profundo. Las uñas de ella se clavaron en los hombros de Adrian, intentando mantener el control de algo.

Su visión se estaba volviendo borrosa, su visión se opacó y cerró los ojos para entrar en pánico y fue lo mejor; echó su cabeza en el hombro de él y sintió el impulso de lamerlo y lo hizo aun con los ojos cerrados, paseó su lengua desde su hombro hasta su oreja, donde chupó su lóbulo.

—Maldición, nena. —La gota que derramó el vaso; eso lo había encendido más, si fuera posible. Con un movimiento rápido, se giró y buscó la pared más cercana, pegándola a ella y devorando su boca mientras se la follaba de forma salvaje.

El beso se cortó cuando ella se separó de él para gritar tan fuerte que de seguro hasta el encargado de las cabañas la había escuchado. Para Adria fue más que suficiente un par de duras estocadas más y se corrió dentro de ella; no era como que pudiera quedar más em