—¡William, no corras hijo!
El sol brilla intensamente en el cielo azul, especialmente sobre Hanlan's Point Beach, mientras las olas rompían suavemente en la orilla.
Winnie había planeado junto a Benjamín unas vacaciones en Toronto, luego de registrarse y recibir las habitaciones, bajaron a la playa. Eran las vacaciones perfectas para toda la familia, pensando que era justo disfrutar un poco después de las semanas intensas que habían vivido.
Emma estaba emocionada en su pequeño traje de baño con dibujos de delfines, y William no podía dejar de correr sobre la arena, sosteniendo su tabla de surf
pequeña, su cubo y pala para construir castillos de arena.
—¡Papá! ¿Dónde está tu traje de baño? vamos a domar las olas —pregunta William, señalando a Benjamín, quien carga la mochila y un enfriador lleno de bocadillos.
—Lo llevo puesto, debajo del pantalón, si hay algunas olas aprenderás a surfear—responde Benjamín, tirando de la sudadera negra con capucha que llevaba encima.
Winnie arqueó una