143. NEGATIVA
Cuando consideró que le iba a ser útil para algo, la sacó de la escuela. Pero otra vez, las cosas no habían salido como esperaba. Luis, en su estupidez, lo había echado a perder el trabajo que tanto le había costado realizar. E Isabella, en vez de llamar a su padre, haciendo posible que ella se enterara a tiempo e impedir que escapara.
Había pedido ayuda a su abuelo, que anuló su matrimonio, y la desapareció del país, dando al traste con sus planes, de hacerse de la fortuna del viejo. Ni siquiera su esposo había colaborado en su empeño de encontrar a su hija. Más bien le parecía que se alegraba de que ella se hubiera ido con sus padres. Y ahora, que había regresado y ella pensó que podía volver a venderla a un postor mayor. Estaba casada, nada menos, que con el heredero más codiciado de la alta sociedad. Christian Thompson. Y no solo eso, ¡le tuvo dos hijos!
¿Cómo hizo la tonta de Isabella para pescarlo? Eso, de seguro, había sido obra del viejo Sardino. Recordaba que era el mejor